CORRER EN... LA CÁRCEL

Casi todos relacionamos la acción de correr con libertad, el hecho de disfrutar de una actividad que te permite moverte por donde quieras y a la velocidad que te dejen tus piernas. Hoy hemos vivido una experiencia distinta. Correr en un lugar donde la "libertad" no es precisamente la dueña del lugar. Hemos corrido una prueba de tres kilómetros, más o menos, en la cárcel de Botafuegos, dentro de unas actividades que organizan celebrando la Merced.
Al principio te sientes raro (los que hemos participado ya varias veces nos vamos acostumbrando), mucho control y orden para entrar y para salir, gente dentro que te mira un poco raro (como nosotros a ellos), un ambiente extraño, pero pronto te acostumbras y te das cuenta que son gente como tú y como yo. Algunos se animan a participar y otros se conforman con ver el espectáculo desde la barrera. Los que venimos de fuera corremos para participar, colaborar, demostrar que el deporte esta "por encima de barreras", para sentirnos todos un poco iguales dentro de las diferencias. Hoy estábamos allí la gente de Los Barrios (ánimo con los de la media maratón), la gente del Veteranos de Algeciras y del Bahía, corredores aficionados (algunos pertenecientes a los Cuerpos de Seguridad del Estado) y los internos, todos corriendo y compartiendo ese placer/dolor que supone una carrera. Los resultados son lo de menos, cogemos nuestra camiseta y nos volvemos con una experiencia nueva, algo que contar, algo con lo que pensar. A mí me gusta creer que en estos sitios "Ni están todos los que son, ni son todos los que están". Nuestro deporte puede conseguir superar muchas dificultades, aprender de los errores y mejorar, como atleta y como persona. De eso se trata.
Un saludo a todos los que han participado y nos vemos entrenando.