El sol es la fuente de vida en la Tierra, sin sol no existirían las plantas verdes, fuente de oxígeno y alimento para el resto de los seres vivos. Para los humanos el sol es además imprescindible para formar la vitamina D, pues ningún alimento proporciona suficiente cantidad. La vitamina D es importante para la absorción del fósforo y el calcio y ayuda a regular el metabolismo del calcio, incluso parece implicada en la protección frente algunos tipos de tumores y enfermedades infecciosas.
Las personas que disfrutan de un clima con un mayor número de horas de sol gozan de mejor salud. Algunos de los beneficios que aporta son:
- Mejora el ánimo a la vez que evita la aparición de estrés, ansiedad y depresión.
- Activa las defensas, con lo que se previene la aparición de muchas enfermedades.
- Mantiene en forma el sistema nervioso, aumentando así la capacidad de percepción y mejorando la toma de decisiones.
- Ayuda a regular el sueño: con la luz natural los niveles de melatonina, la hormona del sueño, disminuyen. De este modo, al caer la noche, con la oscuridad, la glándula pineal la segregará en grandes cantidades facilitando un mejor descanso.
Para nosotros los corredores, y sobre todo después de tantos días de tormenta, lluvia y viento, el Sol significa disfrutar, salir a correr con menos ropa, zapatillas secas, notar el sudor, notar los músculos en su temperatura adecuada para moverse, sentirse más ligero, más alegre, más rápido, más cómodo. Poder dedicar tiempo al calentamiento, al estiramiento, sin tener que cambiarse y ducharse rápido por el frío y la humedad.
Al igual que decimos que el Sol es vida, podríamos cambiarlo y decir que el Sol es correr, y correr a gusto. Bienvenido este Sol después de tantos días.
Toca aprovecharlo. Nos vemos entrenando.
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