martes, 16 de diciembre de 2014

COMO EVITAR LESIONES AL PRACTICAR RUNNING

Salir a correr o hacer running es una de las actividades más practicadas para quien le gusta el deporte al aire libre o quiere mantenerse en forma.
Tiene grandes ventajas y beneficios para la salud y el cuerpo humano, a la vez que para el sistema cardiovascular, pero también se corre el riesgo de sufrir dolencias por lo que es recomendable saber qué aspectos tener en cuenta para evitar lesiones al practicar running.
Realiza un calentamiento previo de unos cinco minutos para ir aumentando la temperatura corporal y tras la carrera dedica unos minutos a estirar para llevar a los músculos a la calma. Si no dejas tiempo al cuerpo para recuperarse puede que el rendimiento se vea perjudicado y surja el cansancio.
Plantéate un programa progresivo. Una buena regla para seguir es no aumentar la distancia recorrida o la intensidad del entrenamiento en más de un 10 por ciento con respecto a la semana anterior. Así el cuerpo podrá adaptarse gradualmente al incremento de demanda física sin provocar lesiones.
En verano sal a correr bien prontito por la mañana o a última hora de la tarde para evitar un golpe de calor. En invierno, la luz es menor y anochece antes por lo que es recomendable utilizar siempre prendas reflectantes o leds que puedan iluminarte.
Controla la zancada. Una zancada más corta significa que el contacto con el suelo es de menor impacto que en una zancada larga aunque sí que hay más contactos al darse más zancadas.
Mantén una buena hidratación antes de correr y tras la carrera para reponer el líquido perdido. Es recomendable ingerir bebidas isotónicas que ayuden a recuperar el agua perdida más rápidamente.
Equípate con unas zapatillas de running que tengan una buena amortiguación y absorción a los golpes, reducirás el impacto sobre el pie y las articulaciones. Además es importante fijarse en que el pie tenga libertad de movimiento pero vaya sujeto y es recomendable renovar las zapatillas antes de que se desgasten del todo. Cada tipo de corredor tiene su zapatilla idónea dependiendo de la superficie, el ritmo de carrera, los materiales….
Utiliza ropa técnica que permita la transpiración de la piel y absorba la humedad. Es mejor llevar varias capas de ropa que ropa muy gorda ya que así podrás quitarte capas conforme entres en calor y luego podrás abrigarte cuando termines el entrenamiento para no enfriarte.
Siempre que sea posible corre por una zona donde conozcas la superficie y conozcas que el pavimento es suave y liso. Evita colinas y desniveles que aumentan el estrés y la presión que reciben los tobillos.
Incluye días de descanso en tu programa de entrenamiento. Escucha a tu cuerpo y realiza el descanso necesario controlando cualquier signo de lesión. Otra opción es alternar los días de correr con otros deportes complementarios que hagan trabajar otros músculos.
Da la importancia necesaria a las horas de sueño. Cómo mínimo se deben dormir 8 horas de buen descanso que ayuden a recuperarse mediante un sueño reparador.
Realiza ejercicios de fortalecimiento que ayuden a garantizar que los músculos y ligamentos son lo suficientemente fuertes para cumplir con lo que se pide de ellos al correr. Flexiones, multisaltos, abdominales, lumbares…
Nunca corras con dolor. Si estás cansado y sientes las piernas molestas, debes moderar los entrenamientos y evitar entrenamientos duros. Hay que distinguir entre cansancio y dolor, pero nunca se debe correr con dolor.
Si quieres iniciarte a practicar running, es recomendable realizarte un control médico previo y periódicamente. Se debe saber que el cuerpo está en buenas condiciones para responder sin ponerse en riesgo.

Si te gusta salir a correr pero no confías en el pavimento, el clima no te acompaña o necesitas un entrenamiento más personalizado siempre puedes hacerte con una cinta de correr para entrenar desde casa con un programa a medida de tus necesidades.

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